Doce
horas de avión son muchas. Algunos las llevan mejor, otros peor. Unos duermen
en cuanto suben, otros “guardamos vigilia”… MIRAR por la ventana del avión es
una oportunidad, una suerte volar por allá arriba y ver un cielo azul, la tierra y
sus ríos y montañas, un manto de nubes, un amanecer maravilloso… De la noche al
día, de la oscuridad a la luz, del negro al blanco y azul…
La
tarde que tuvimos la suerte de encontrarnos con el P.Fernando Millán en José Gálvez, nos habló
de 3 cosas que guardé en mi “mochila”. Algo que parece había dicho ya a los
jóvenes en la JMJ de Rio… “En la vida hay que MIRAR, AGRADECER Y ANUNCIAR…”
Quizás
este viaje ha sido algo así. (Gracias Fernando).
- “MIRAR”… Decía él mirar,
contemplar, descubrir a Dios en cada momento, en cada oportunidad…
Estos
días en Perú han sido una oportunidad para mirar y ver más allá. Mirar a cada
uno de los beneficiarios de los Proyectos, y descubrir en sus rostros la
cercanía, el cariño, y un agradecimiento profundo… Mirar a los responsables de
los Proyectos y compartir sus inquietudes, sus alegrías y preocupaciones, sus
luchas entre “utopía y realidad”, su estar con la gente, vivir por la gente,
darse a los más necesitados… Mirar a quienes nos acogen y nos abren las puertas
de sus casas y de sus vidas, y lo aparcan todo para compartir contigo, para
estar contigo, para acompañarte y hacerte sentir en casa… Mirar a las Hermanas
de Corire, de Jesús María y de José Gálvez y dar gracias a Dios por su amistad,
por su testimonio, por su disponibilidad y cercanía… Mirar el rostro de los
niños que crecen rápido en los cerros, que cuidan a sus hermanos pequeños
porque sus padres salen tarde del trabajo, que descubren rápido, quizás
demasiado rápido, las responsabilidades que la vida nos hace ir asumiendo…
Mirar a amigos y amigas que se emocionan al volverte a ver y te piden que
vuelvas pronto, y te abrazan y se preocupan por darte hasta lo que no tienen…
Mirar las risas, mirar los llantos… Mirar un terreno donde no había nada hace
unos años, y ahora hay unas aulas llenas de niños, o un taller de carpintería,
o un comedor… Mirar la escucha y la atención de quien le estás pidiendo un
trabajo de evaluación, y se lo llevan para estudiarlo, reflexionar y hacerlo
bien y “en limpio”, y en las propuestas proponen, sugieren, agradecen, y muestran
su total disposición a seguir colaborando…. Mirar, mirar… Sí es verdad, quizás
aquí es fácil descubrir a Dios en todos esos pequeños gestos de nuestros
hermanos…
- “AGRADECER”… Desde el corazón, agradecer. A quien nos acompañaba cada noche con largas tertulias que nos expandían el alma… A quién ponía su coche, su casa y lo que hiciera falta, para facilitar el trabajo, para hacerlo más agradable, para compartir un vino o una cerveza con una buena conversación, para enseñarnos “otros Perús” … A quienes nos ayudaron en las evaluaciones de Proyectos y Micro-Proyectos con disposición total, con apertura, con ganas de mejorar… A quienes nos acompañaron y llevaron acá y allá, sin parar, sin dejarnos sólos, compartiendo mesa y vida… A quienes nos invitaron a su boda, y nos dejaron compartir un momento importante en Perú que no olvidaremos… A quien nos llamó con insistencia y cariño y nos hizo volar a Corire, y disfrutar de aquella otra realidad... A los que se “peleaban” por invitarnos a sus casas, por compartir un ratico, por estar… A quienes compartíamos mesa y sobremesa cada día, y frio y lluvia, y humedad que no seca la ropa, y catarros que se agarran y no te sueltan, y algún susto que inmoviliza pero que en buena compañía se hace más fácil… A quienes venían a una reunión para crear equipos y coordinar el trabajo de un centro, y decían en voz alta “me comprometo” porque vale la pena, porque hay que animarse y sacarle partido al centro, porque es un espacio por y para la comunidad, porque vamos a hacerlo… A quienes les pedíamos grabar su testimonio, y les pedías 2 minutos y te daban unas horas, y te contaban con sinceridad su experiencia, su vida y la de servicio a otros, y se emocionaban y te hacían emocionarte, con cariño, con verdades crudas de “víctimas” de este mundo, de gente que sufre de verdad, quizás porque les tocó nacer allí un día, quizás porque el mundo está loco y tan mal repartido, quizás porque no vemos que acá somos unos privilegiados, quizás porque nos enseñan a vivir con tan poco… También, gracias a quienes no estaban allá físicamente pero habían volado con nosotros de corazón, a nuestras familias y amigos, a nuestros compañeros de la Directiva de KARIT, a los miembros de las Delegaciones que nos leían y seguían y se interesaban por nosotros…. Muchos de los abrazos que nos dieron eran para vosotros, para los socios y colaboradores de KARIT, para quienes creen en nuestra ONG y se sienten parte de la Familia Carmelita…. Y a tantos otros, y a muchos otros…
- “ANUNCIAR”… no callar, “sed
misioneros”… Si estás comprometido aquí con los demás, el ir allá te
reafirma en tu compromiso, te hace no parar, no estar quieto… Por poco que
pueda hacer, debo hacerlo. CON POCO… MUCHO. Es mucho lo que puede cambiar
la vida de las personas… Nuestro viaje a Perú este año era un compromiso
de EVALUAR si de verdad, después de QUINCE años de presencia en Perú,
estamos transformando. Si cooperamos para transformar. Si sirve, si vale,
si hay desarrollo y progreso, si algo se nota, si vale la pena…
Hemos
traído 14 evaluaciones de responsables locales en Perú sobre 32 proyectos.
Además de 10 evaluaciones de Micro-proyectos. Queda un trabajo de síntesis, de
resumen, de exposición… Pero ya sabemos que es positivo. Podemos decirlo. Lo
hemos visto, hemos tenido la suerte de vivirlo en directo. ¿Hay alguno con
deficiencias, que puede mejorarse? Por supuesto. Pero también ha servido para
acoger con apertura y disposición las propuestas de mejora, de abrir puertas,
de implicarse… La mayoría están en marcha al 100% de sus posibilidades, en uso,
sirviendo al pueblo, ayudando en su desarrollo. Vale la pena.
Hemos
visto y ya contamos en este blog, cómo el “progreso” en cierto modo se ve
llegar en los últimos años a Perú, a través de mejores infraestructuras,
trabajo, medios… Pero sobre todo hemos visto como un Proyecto o un
Micro-proyecto mejora ciertamente la vida de las personas. Se cumple que se
TRANSFORMA LA REALIDAD cuando haces proyectos de manera continuada en una zona,
se impulsa su desarrollo, se mejora la calidad de vida.
KARIT
es el medio que en la Familia Carmelita quiere desde 1996 facilitar este
camino. Nuestra ONG´D tiene ese valor añadido, desde la pequeñez y la cercanía,
sentirnos miembros de una misma Familia, y descubrir y ANUNCIAR que es verdad, que vale la pena
seguir abriendo caminos de solidaridad… Y es que ya sabemos... CON POCO… MUCHO.
El
camino es largo. Nos vemos aquí o allá… GRACIAS.